La pomada de ajo sirve para golpes, heridas, inflamaciones, piquetes de insectos, tumores, dolores reumáticos, dolores musculares y fricciones de pecho para afecciones respiratorias.
Esta es una receta fácil de hacer en casa y muy útil.
Se pone a macerar en un recipiente de vidrio (previamente desinfectado) 50 gr de dientes de ajo picados en alcohol etílico de 96° sin desnaturalizar; el alcohol debe cubrir totalmente el ajo picado. La maceración durará 1 mes en un lugar oscuro y ventilado, se moverá el recipiente una vez al día, agitándolo suavemente. El recipiente deberá estar bien tapado para que no escape el alcohol, y no abrirse durante el tiempo de maceración. Al cabo de 1 mes se colarán los pedazos de ajo.
Así tenemos como resultado de la maceración una solución concentrada de ajo que se puede tener almacenada y usarse de múltiples maneras cuando se necesite. Yo suelo macerar grandes cantidades, guardando la solución de ajo, y haciendo una pomada a la vez. La solución de ajo durará por mucho tiempo mientras se tenga bien tapado y en lugares oscuros y ventilados.
El último paso es hacer la pomada. Se agregará la solución de ajo resultante de la maceración a una crema neutra o glicerina sólida y se moverá con una cuchara o paleta para revolverse, dependiendo la cantidad de lo concentrada que se desee la mezcla. Se le pueden agregar unas gotitas de aceites esenciales para incrementar el poder de curación y darle buen aroma. Recomiendo eucalipto, lavanda, romero y patchouli.
La solución de ajo también puede usarse directamente en frotaciones de piernas cuando se tenga dolores musculares, o en fricciones de pecho cuando se tenga gripe o enfermedades respiratorias.
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